Si nos trasladamos a la prefectura de Miyagi, que se localiza en el noroeste de Japón, en una pequeña isla que está habitada por muy pocas personas (¡incluso menos de 100!) Estas personas cuidan y dan de comer a más de 1000 que se encuentran en la propia isla.
La población de esta isla está desapareciendo ya que un 80% de sus habitantes tiene más de de 65 años. La población alimenta a los gatos porque así creen que pueden llamar a la buena suerte y abundantes riquezas.
Pero, ¿cómo llegaron tantos gatos a la isla? Como la mayoría de las islas, la actividad principal de Tashirojima es la pesca. Sin embargo, a finales del Periodo Edo se crearon gusanos de seda en la isla. Y para los ratones estos gusanos fueron un manjar delicioso y se volvieron una peste ¿qué animal hay que sea cazador del ratón? nada más y nada menos que el gato.
Los pescadores alimentaban a los gatos, y los querían mucho por su capacidad de predecir una tormenta, incluso hoy en día se les considera, a los gatos, como un amuleto de buena suerte. Un santuario para los gatos se construyó incluso.
Si alguna vez vais de visita a esta isla no se os ocurra llevar a vuestro perro, ya que tienen la entrada prácticamente prohibida y está mal visto visitar la isla con ellos. Los habitantes de Tashirojima no solo alimentan a los felinos para atraer la fortuna, sino que también velan por su comodidad y vigilan que ningún turista o pescador que se aproxime a la isla traiga un perro.Su fascinación por estos animales es tan grande que los consideran una especie de dioses.
Como anteriormente he dicho el 80% de sus ciudadanos son mayores de 65 años. Para evitar que acabe deshabitada y hacerla más atractiva para la población joven, las autoridades han decidido convertir esta singular isla en un destino turístico temático dedicado a la figura de los gatos.
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