Sin embargo varios científicos chinos argumentan que esta formación cutánea es consecuencia que un gran número de asiáticos provienen de una rama de homínido distinta a la nuestra. Este teoría se basa en el descubrimiento en 1921 del Homo erectus pekinensis, restos que consideran confirmar que cuando el Homo Erectus inmigró desde África a Asía, este sobrevivió y dio origen a la raza mongoloide. La gran mayoría de antropólogos internacionales rechazan esta idea y consideran que cuando el Homo Erectus inmigró desde África a Asia, este se extinguió y solo el Homo Erectus africano sobrevivió y evolucionó hacia lo que hoy somos todos y conocemos como Homo Sapiens.